12 de noviembre de 2014

Leonardo Figueroa - su vida y su obra




Los dos grandes arquitectos del barroco sevillano son Leonardo de Figueroa y Pedro Sánchez Falconete, dos desconocidos para el sevillano, conocemos sus obras pero no valoramos a sus autores. Trataremos en este artículo al primero de ellos. 


LEONARDO DE FIGUEROA

Leonardo de Figueroa (Utiel 1654 - Sevilla 1730), era hijo y nieto de arquitectos, de ahí que no resulte raro ver que desde joven su inclinación natural era la construcción; asimismo sus dos hijos y uno de sus nietos se dedica a la arquitectura.

La primera parte de su vida, segunda mitad del S XVII, influye grandemente en su obra, la cual refleja la transición hacía el barroco arquitectónico que emerge ante la simplicidad esquemática generalizada por la generación de arquitectos que le precedió.

Dotado de un espíritu innovador, en sus obras se advierte una especial imaginación para diseñar estructuras arquitectónicas, sobre todo en los elementos decorativos.

Entre las características más definidas de su estilo está el empleo del ladrillo avitolado en los paramentos, o sea, la aplicación de un aparejo que casi elimina las juntas verticales, mientras que intensifica la aparición de una línea rehundida en las horizontales, marcando así la separación de las hiladas, utiliza el ladrillo como material de construcción y además lo usa como elemento decorativo, retomando la costumbre arquitectónica de romanos y de árabes. Sus primeras obras denotan la influencia de las obras italianas, en especial las de Serlio.

También destaca por utilizar la cerámica policromada en los exteriores de cúpulas, espadañas, torres, logrando fijar los ojos del espectador en esos lugares por los contrastes resultantes.

Alrededor de 1570-75 se establece en Sevilla, comienza a trabajar como maestro albañil. Es en Sevilla donde se casa dos veces y desarrolla su extensa e importante obra arquitectónica, siendo su primer trabajo de altura el Hospital de los Venerables Sacerdotes. Aquí, bajo planos de Juan Domínguez trabaja hasta que se hace responsable de toda la obra en el año 1567, a él le debemos la fachada del edificio.

Más adelante, 1682,  realiza trabajos en el Hospital de la Santa Caridad debiéndose a el los dos patios gemelos, realizados a imitación del modelo que servía de base en otros hospitales realizados en esos años,  y la espadaña de la Iglesia. 

A continuación se encarga de remodelar la estructura gótica, muy deteriorada, del claustro y la Iglesia del convento dominico de San Pablo el Real, a día de hoy solo queda la Iglesia, convertida en la Parroquia de la Magdalena, mientras que el claustro fue derribado y en su lugar se erige el Hotel Colón. De esta edificación destaca la cúpula octogonal, así como la rica decoración; impresionante la mezcla de ladrillo, azulejos y yeserías que combina en la Iglesia.

En esta remodelación, y partiendo de las tres naves existentes, levanta la central, cambia los arcos apuntalados por otros de medio punto y transforma las bóvedas en bóvedas de cañón con lunetos. Diseña la imponente cúpula que descansa sobre un tambor octogonal y la espadaña, muy del gusto del barroco.

A continuación acomete durante varios años, aprox de 1696 hasta 1611, obras en la Iglesia del Divino Salvador, realizando bóvedas, cúpula, y torre de la misma. Diseña la decoración interior tallada en piedra y realiza la fantástica fachada sustituyendo el típico frontón por una espadaña flanqueada por pináculos.

En 1722 culmina las obras del Palacio de San Telmo, antigua escuela de mareantes. Crea la fachada principal con su portada, el patio, la capilla y la enfermería. La fachada principal de dos cuerpos está articulado mediante pilastras con una portada labrada en piedra

Finalizar su periplo artístico con la que es, posiblemente, su mejor obra, la Iglesia de San Luis de los Franceses, realizada en 1699 y 1731 a instancias de la Compañía de Jesús, se atreve a sustituir la cruz latina por una planta central con ábsides semicirculares, imitando la Iglesia de Santa Inés en Roma. La ejecución de la obra en una planta central, así como el diseño de la fachada, arquitectónicamente poco sevillanas, hace pensar que los planos provenían de la casa madre de la compañía en italia.

Otra interesante obra de Figueroa es la capilla sacramental de la iglesia de Santa Catalina, de 1721, la obra tiene planta rectangular con dos tramos y cubierta con linterna octogonal

















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