1 de mayo de 2009

La Puñetera deflaccion, Uffff

La deflación es la bajada generalizada del nivel de precios en una economía. Es el movimiento contrario a la inflación.
Es la situación en que los precios disminuyen es producida por una falta de demanda, y es mucho más maligna, y temida por la empresa que la inflación.
La deflación puede desencadenar un espiral: Los comerciantes tienen que vender sus productos para cubrir al menos sus costes fijos , por lo que bajan los precios. Con los precios bajando, la demanda disminuye porque los consumidores entienden que no merece la pena comprar si mañana todo será todavía más barato. En la inflación, ocurre todo lo contrario, los consumidores prefieren comprar antes los bienes de larga duración, para anticiparse a subidas de precios.
Dado este círculo vicioso, la deflación se convierte en causa y efecto de la falta de circulación de efectivo en la economía, porque todos prefieren retenerlo.Al final, la economía se derrumba, dado que la industria no encuentra salida a sus productos y sólo consigue pérdidas

Políticas monetarias
La primera forma de luchar contra la deflación es bajando el precio del dinero. Esto equivaldría a poner más dinero en circulación (los tipos de interés son más baratos, y compensa endeudarse) y la gente tendería a consumir más.
El ahorrar compensa menos con los tipos de interés bajos, porque el banco da menos intereses por los ahorros. Eso hace que interese invertir esos ahorros en inversiones variables (empresas) o, simplemente, gastarlo.
Las políticas monetarias son las tratadas directamente por un país como:
Controles de cambio
Devaluaciones
Aumento salario por decreto
devaluaciones
Aumento de la moneda en los mercados internacionales

Políticas fiscales
La política fiscal supone un aumento del gasto público, una reducción de los impuestos y aumente las transferencias. En el primer caso, se intenta suplir la ausencia de demanda del sector privado con la del sector público. En el segundo caso, la reducción de impuestos supone más dinero para gastar en manos privadas, y un empujón al consumo.

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