30 de noviembre de 2014

Stmo. Cristo de la Providencia - Besamanos




La Escuela de Cristo del barrio de Santa Cruz no es la única. De hecho, pertenece a una institución que se funda en el Hospital de los Italianos de Madrid en 1653 y que gracias a «sus valores espirituales y al apoyo que recibió de las autoridades civiles y religiosas propició la expansión por toda España y sus colonias». De hecho, se han contabilizado hasta 332 congregaciones en diferentes épocas, incluso una de ellas en México.

Tal y como se atestigua en un azulejo situado en la misma plazuela, en Sevilla se creó originalmente una Escuela en 1662 en el Hospital del Espíritu Santo de la calle de Colcheros, hoy Tetuán. Sin embargo, debido a que tenían números clausus por constitución, al llegar a los 72 hermanos –tantos como discípulos envió Jesucristo- , se debía fundar una nueva. Así, en nuestra ciudad llegó a haber tres distintas: la citada del Espíritu Santo que acabó en el convento de la Paz –sede actual de la Mortaja-; la que actualmente pervive, denominada «de la Natividad» a espaldas de la parroquia de Santa Cruz, en 1793; y, cinco años después en San Hermenegildo se crea la tercera, que finalmente acaba en el convento de Santa Isabel y fusionada con la primitiva.

Esta centenaria institución ha celebrado besapies a la Sagrada Imagen del Santísimo Cristo de la Povidencia.






























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29 de noviembre de 2014

Ntro. Padre Jesús de las Penas - Besamanos






Real, Ilustre y Fervorosa Archicofradía del Santísimo Sacramento, Pura y Limpia Concepción y Ánimas Benditas, Santísimo Cristo de San Agustín y Hermandad de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Penas y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza.
Parroquia de San Roque. (Dos «pasos»).














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Las murallas de Sevilla



Es de sobra conocida la circunstancia de que Sevilla posee el centro histórico mayor de Europa; este llamado "casco Antiguo" viene delimitado por las murallas que rodeaban Sevilla desde tiempos inmemoriales. Estas murallas fueron construidas por orden de Julio Cesar, en tiempos de la dominación romana, sobre el año 65 a.c. y ampliadas por Cesar Augusto al crecer la ciudad. Anteriormente Sevilla disponía de una empalizada que habían realizado los cartagineses, que a todas luces era insuficiente para la protección de la ciudad.

Una vez los árabes en Sevilla estos mandaron fortalecer las murallas, que a raíz de un ataque vikingo fueron deruidas; se tiene constancia de que en los años 913 y 1023 se volvió a levantar o reforzar el amurallado de la ciudad, para protegerla de los ataques de las tropas cristianas en plena reconquista de la península.

No es baladí considerar las defensas de Sevilla como una de las más impresionantes de Europa, casi siete kilómetros de longitud, 166 torreones menores, 13 puertas y 6 postigos, solo analizando los datos se comprueba la importancia que la urbe tenía en estos años.

Las murallas, en un recorrido aproximado, irían desde Reyes católicos, esquina Santas Patronas, a través de calle Goles hasta torneo y esquina Calatrava, de ahí por Bécquer hasta Arco Macarena; seguirían por calle Macarena, Ronda Capuchinos hasta la esquina de la Trinidad, allí se adentraría y discurrirían entre el actual Jardín del Valle y la calle Sol, continuarían por Muro de los Navarros y Menéndez Pelayo, siguen por Cano y Cueto y calle Agua desde donde se desvía hacia el norte hasta la actual pasarela; atraviesa la Calle San Fernando, Puerta Jerez y Almirante Lobo hasta la esquina de calle Santander donde estaría la torre de la plata, de allí por calle Tomas de Ibarra a Plaza Cabildo, Castelar, y Santas Patronas para cerrar el circulo. Por ello quedaban fuera de la protección los actuales barrios del Arenal, plaza de armas, San Laureano y Jardines de Murillo.

A la ciudad se accedía por sus puertas o postigos, de tipo real o publico y privado. Con el tiempo se modificaron, se ampliaron para el paso de carruajes, y se hizo coincidir las puertas con las calles principales, al objeto de facilitar el transito de entrada y salida por ellas, algo natural pues no había otras forma de abandonar o de penetrar en la ciudad, se pretendía con ella dar fluidez al tráfico a pie o en monturas o carruajes.

La murallas asimismo dotaban a la Sevilla antigua de una protección respecto de las crecidas del río Guadalquivir, autentica pesadilla del momento, hay que recordar que el río transitaba por el eje macarena - alameda - salvador y que fue desviado, pero ya se sabe que la naturaleza es tozuda y el río con sus continuos aumentos de caudal tendía a volver a su itinerario habitual, anegando la ciudad de continuo. Otra gran ventaja que ofrecían las murallas, que limitaban un espacio urbano de unas 300 hectáreas, era la de podar controlar el transito de personas y bienes y establecer impuestos y tasas, pues era

Era una costumbre de antaño que los monarcas, una vez tomaban posesión de las ciudades, jurasen ante la población el respeto a los fueros y privilegios propios de la villa, en un afán de que no se entendiese que la realeza limitaría las ventajas pre existentes para los ciudadanos. Este juramento se realizaba a las puertas de la ciudad, y en Sevilla hubo dos que tuvieron especial protagonismo al respecto, la de la Macarena, donde juraron Isabel I, Fernando II o Carlos I y la de calle goles donde lo hizo Felipe II.

Pero como muchas cosas en Sevilla, desgraciadamente, llegó el día en que a algún responsable municipal el hecho de que tener unas murallas milenarias le pareció algo superfluo, y en aras al crecimiento de la ciudad y la mejora de la convivencia se decidió echarlas abajo. De las originales murallas solo han llegado a nuestros días limitados paños:

- tramo desde puerta Macarena a Puerta de Córdoba.
- Tramo en la trasera del Jardín del Valle
- Tramo de la calle Agua en el barrio de santa cruz.
- Postigo del aceite
- Plaza del Cabildo con un paño de unos 50 metros.
- Junto a la Torre de la Plata un paño que la unía a la torre del oro.
- Puerta Real donde hay un pequeño muro

En el interior de la ciudad también existieron murallas que delimitaban barrios, como el judío del resto de la ciudad, el alcázar.. puede verse una muestra de estas murallas internas en la calle Miguel de Mañara donde existe aún una de las puertas de tránsito.

Asimismo hay que hacer constar que se sospecha que hay otros paños de la muralla no derruidos, pero que fueron utilizados para la construcción de viviendas, por lo cual a día de hoy se encuentran ocultos. En alguna obra realizada en el perímetro del casco histórico de Sevilla, a la hora de derruir algún edificio han aparecido restos de estas murallas.

Estos eran los postigos y puertas de acceso a Sevilla hasta el siglo XIX

1.- Puerta de la Macarena.- Al norte de la ciudad
2.- Puerta de Córdoba.- En la collación de San Julian
3.- Puerta del Sol.- Frente Santuario de la Trinidad
4.- Puerta Osario.- Continua con el mismo nombre. Daba acceso al osario de Sevilla
5.- Puerta de Carmona.- Al final calle Aguilas.
6.- Postigo del Jabón.- Al final calle tintes.
7.- Puerta de la Carne.- Al final de calle San José.
8.- Postigo del Alcázar.- En los Jardines de Murillo siendo acceso al Alcázar.
9.- Puerta de San Fernando.- Junto a la Universidad.
10.- Puerta de Jerez.- Continua con el mismo nombre y situación.
11.- Postigo del Carbón.- En calle Santander.
12.- Postigo del Aceite.- De los pocos que continua en pie.
13.- Puerta del Arenal.- García de Vinuesa - Adriano.
14.- Puerta de Triana.- Cruce de Santas Patronas con Reyes Católicos.
15.- Puerta Real.- Alfonso XII - Gravina.
16.- Postigo de San Antonio.- a la trasera del convento de San Antonio de Padua.
17.- Puerta de San Juan.- al final de la calle Guadalquivir.
18.- Puerta de la Barqueta.- al final calle Calatrava.
19.- Postigo de Feria.- esquina calle Bécquer.

(En beve reportaje fotográfico sobre los paños de muralla aún conservada)



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27 de noviembre de 2014

Francisco Pacheco - Vida y obra


Francisco Pacheco - Velázquez
Francisco Pacheco - Velázquez
Se cumple hoy el aniversario de la muerte de uno de esos artistas que dan lustre al nombre de Sevilla, pero que, por avatares del destino, siempre ha permanecido a la sombra; hay artistas que, de no mediar la coetaneidad con otros grandes, hubiesen sido primerísimas figuras, pero si resulta que "compites" con el considerado el mejor pintor de la historia, Diego de Silva y Velázquez, a la sazón tu yerno, es normal que quedes postrado en un segundo escalón en la historia de la pintura española. Esto sucede con Francisco Pacheco, insigne pintor y suegro de Velázquez no suficientemente reconocido en sus méritos artísticos.

Nació Pacheco en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1564, falleciendo en Sevilla en 1644. De familia marinera, hijo de Juan Pérez y Leonor del Río, se sintió no obstante atraído por las letras y el arte; al fallecer sus padres y quedar huérfano vino a Sevilla, al amparo de su tío Francisco Pacheco, del cual toma el primer apellido, que era canónigo de la Catedral hispalense. Una vez en Sevilla, gracias a los contactos de su tio entabló contacto con círculos culturales y frecuentó el taller de Luis Fernández, al que se considera su maestro en el arte del pincel.

Establecido en Sevilla como maestro pintor se casó a la edad de 30 años con María Ruiz del Páramo. En estos años Pacheco, gracias a sus contactos con clero, nobleza y gentes importantes de la ciudad pudo tener una cartera de encargos amplia que le garantizó un sostén económico.

Cristo Crucificado - Fco. Pacheco
Cristo Crucificado - Fco. Pacheco
Pacheco se significo como defensor de los derechos del gremio de pintores, incluso llegó a enfrentarse al maestro tallista Martínez Montañés, santo y seña de la gubia, al considerar que el maestro jienense estaba usurpando competencias que no correspondían a su "titulación" gremial. ( hay que hacer constar que durante su estancia en Sevilla Montañes acudió al taller de Pacheco para formarse como aprendiz de pintor, indudablemente al objeto de poder ser él mismo quien diese color a las imágenes que tallaba ).

A finales del Siglo XVI Pacheco era uno de los pintores más prestigiosos de Sevilla, si no el que más. Recibía encargos sin parar y participó, entre otras grandes e históricas obras en el túmulo que en honor de Felipe II se erigió en la Seo sevillana en 1598.

Más adelante realizó una serie de 13 pinturas sobre San Pedro Nolasco para el convento de la Merced. Se indica de estas obras que son las primeras que creo bajo la impronta estética del barroco.

Su facilidad para el retrato la demostro en su serie de 60 pinturas realizadas a miembros que frecuentaban la tertulia que había en tu taller, además de incluir a famosas personalidades del momento; bajo cada dibujo el autor reseño una breve biografía de cada personaje. Asimismo redacto un libro que sería, durante muchos años, uno de los mejores escritos acerca de la pintura del barroco español, el libro se llamo "El arte de la pintura".

El Juicio Final . Fco. Pacheco
El Juicio Final . Fco. Pacheco
En este libro, que tardó en concluir más de 30 años, Pacheco intenta demostrar, glosando las personalidades que se han dedicado a la pintura, la preponderancia del arte del pincel respecto a otras artes como la escultura. En el apartado de iconografía Pacheco desglosa las características que debe tener el arte religioso post-Trento, al objeto de conmover a quien vea los cuadros y fomentar la adoración y amor a Dios y el ejercicio de la piedad.

El celo que al autor puso en las representaciones religiosas de sus pinturas le valió el reconocimiento por parte de la inquisición que le nombro veedor oficial de obras de arte, al objeto de verificar que estas se realizaban acorde a lo que anteriormente se ha indicado.

A destacar que, aún cuando se considera a Murillo como el pintor de las Inmaculadas, fue Pacheco quien definió el modelo iconográfico de esta representación de María, decía Pacheco que la imagen debía tener entre 13 y 14 años, ir cubierta por capa azul y posada sobre una luna colocada en sentido inverso.

Pacheco, como se relata más arriba, acogió a Velázquez como aprendiz en su taller, pero no solo eso, también le otorgó la mano de su hija y realizó gestiones en la corte para que Diego pudiese viajar a Madrid donde, ya es conocido, se labró un futuro como pintor de la corte con la ayuda del Conde Duque de Olivares que lo introdujo en selectos círculos de la nobleza.

Resumen de las mejores obras de Pacheco:









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26 de noviembre de 2014

San Isidoro de Sevilla - Vida y Obra



San Isidoro de Sevilla
San Isidoro de Sevilla
Acerca de San Isidoro de Sevilla pueden escribirse mil y un comentarios, una figura única de la España visigoda, ejemplo y espejo en el que sucesivas generaciones se miraron, sirvan estas pocas notas como esbozo y recordatorio de su intenta y productiva vida, haciendo constar que el apodo "de Sevilla" viene originado porque estuvo de Arzobispo hispalense durante 30 años, aún cuando, como de indica, no nació en Sevilla; similar sobrenombre recibe su hermano en idénticas circunstancias.

San Isidoro de Sevilla, nacido en ¿Cartagena? en 556 y fallecido en Sevilla en 636, fue eclesiástico católico hispanogodo, dirigió la archidiócesis de Sevilla desde 599 a 636, recibiendo la santidad en 1598 y nombrado Doctor de la Iglesia por Inocencio XIII en 1722 (Doctor/a de la Iglesia" es un título que la Iglesia (el Papa o un concilio ecuménico) otorga oficialmente a ciertos santos para reconocerlos como eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos). Brilló en varios campos como erudito por lo que su figura se asocia a la idea de "saber universal", lo que más adelante sería definido como "hombre el renacimiento" , sus ideas no se limitaban a un área concreta del saber, destacando en diversas ramas del conocimiento.

Su padre era de origen hispano-romano, siendo de clase social alta, su madre a diferencia de él, era visigoda, posiblemente emparentada con la realeza, y contribuyeron, parece ser, a la conversión de la realeza visigoda del arrianismo al cristianismo. Para ampliar información acerca de la dominación visigoda de la península ver este enlace la Sevilla visigoda.

San Isidoro de Sevilla
San Isidoro de Sevilla
Era el menor de 5 hermanos, de los cuales otros tres llegaron a la santidad, concretamente San Leandro de Sevilla (534-596) ; San Fulgencio de Cartagena (S. VI - 630) y Santa Florentina; la última hermana, Teodosia, casada con el rey Leovigildo,  fue madre de otro santo, San Hermenegildo. Curiosa familia, no cabe duda, llamada por estas circunstancias "los cuatro santos de Cartagena. De estos datos se infiere que era tío de Recaredo (hijo de Leovigildo y teodosia ) rey visigodo que se convirtió al catolicismo.

La familia de San Isidoro cambio de residencia de Cartagena a Sevilla una vez se produjo la conquista bizantina, su familia era simpatizante del grupo de Atanagildo que perdió frente a los seguidores de Agila I.

De joven leyó a Agustín de Hipona y San Gregorio Magno, y estudio en la Escuela Catedralicia de Sevilla, aprendiendo Latín, Griego y Hebreo. Sus padre murieron siendo Isidoro un niño y su hermano Leandro, mucho mayor que el se hizo cargo de su formación. Cuenta la leyenda que Leandro era muy severo con su hermano y este llego incluso a escaparse de casa para evadirse de esa dureza, regresando al poco tiempo y ganandose el castigo del ingreso en un monasterio para obligarle a que siguiese estudiando.

La España Visigoda
La España Visigoda
Un día se acercó a un pozo y al comprobar que la soga producía endiduras en la dura piedra pensó que así también la conciencia y la voluntad del hombre pueden vencer las dificultades tras lo cual considero que su futuro pasaba por el estudio y se dedico con ahinco a ello.

Por ello llego a ser uno de los hombres más cultos y sabios de su época, fue el primer organizado de la cultura cristiana y se le consideró el maestro de la edad media o de la Europa medieval. Su gran contribución cultural fue su libro "etimologías u orígenes", un compendio del saber antiguo hasta ese momento. Se divide en 20 tomos y 448 capítulos, y tratan de teología, literatura, gramática, ciencias naturales.... Gracias a su ingente trabajo de pudo trasmitir la cultura romana a las siguientes generaciones pues nadie había conseguido unificar todos los conocimientos conocidos hasta entonces.

Fue un fecundo escritor, y además de la etimología se le deben libros y estudios tan importantes como " historia de los vándalos y suevos", biografías de varios ilustres personajes, historia de los visigodos ( único libro que nos proporciona información de primera mano sobre los pueblos godos ), diccionario de sinónimos, de astronomía, tratados eclesiásticos y teológicos.

San Isidoro de Sevilla y San Leandro
San Isidoro de Sevilla y San Leandro
Al morir su hermano Leandro, arzobispo de Sevilla, le sustituyó en el cargo, siguiendo la obra iniciada por aquel, y consiguiendo la total erradicacion del arrianismo y la conversión de la realeza y nobleza visigoda al cristianismo. Asimismo fundó las escuelas episcopales en Sevilla y luego en Toledo y Zaragoza, antesala de los futuros seminarios, tenía claro que el clero debía formarse para servir mejor a los fieles; fomentó la creación de escuelas monacales y reguló las normas de los monasterios. Su intención era dotar de una unidad de criterio eclesiástico y cultural al mundo visigodo. Potencio la figura de los Sínodos para discutir cuestiones de disciplina eclesiástica. 

San Isidoro entendió que la mejor forma de fortalecer el estado era la cultura y se dedico a formar y dejar su impronta evitando que corrientes europeas barbaras se introdujesen en la península, de ahí su afán de unificar criterios respecto al clero, la conversión de la nobleza al cristianismo y sus muchos estudios en temas variados.

Falleció en 636 y fue enterrado en Sevilla, pero en 1063 sus restos fueron trasladados a la basílica de San Isidoro de León. Su canonización se realizó en 1598 y en 1722 se fue otorgada la gracia de ser uno de los Doctores de la Iglesia por su gran contribución a la cultura y al ordenamiento del clero. San Isidoro fue referencia de multitud de santos que en siglos posterioes bebieron de sus fuentes.

Hay que indicar que San Isidoro figura en el escudo de la ciudad de Sevilla, junto a San Fernando y San Leandro, y que una imagen suya realizada en plata de Ley procesiona las calles de Sevilla formando parte del cortejo del Corpus Christi.

Por último uno de sus textos, de su obra "Etimologías" haciendo referencia a España:

San Isidoro de Sevilla
San Isidoro de Sevilla
" Tú eres, oh España, sagrada y madre siempre feliz de príncipes y de pueblos, la más hermosa de todas las tierras que se extienden desde el Occidente hasta la India. Tú, por derecho, eres ahora la reina de todas las provincias, de quien reciben prestadas sus luces no sólo el ocaso, sino también el Oriente. Tú eres el honor y el ornamento del orbe y la más ilustre porción de la tierra, en la cual grandemente se goza y espléndidamente florece la gloriosa fecundidad de la nación goda. Con justicia te enriqueció y fue contigo más indulgente la naturaleza con la abundancia de todas las cosas creadas, tú eres rica en frutos, en uvas copiosa, en cosechas alegre... Tú te hallas situada en la región más grata del mundo, ni te abrasas en el ardor tropical del sol, ni te entumecen rigores glaciares, sino que, ceñida por templada zona del cielo, te nutres de felices y blandos céfiros... Y por ello, con razón, hace tiempo que la áurea Roma, cabeza de las gentes, te deseó y, aunque el mismo poder romano, primero vencedor, te haya poseído, sin embargo, al fin, la floreciente nación de los godos, después de innumerables victorias en todo el orbe, con empeño te conquistó y te amó y hasta ahora te goza segura entre ínfulas regias y copiosísimos tesoros en seguridad y felicidad de imperio ".

Este texto es utilizado como argumentario por aquellos que hablan de Reconquista, aduciendo que ya antes de la invasión árabe existía un concepto de España como ente geográfico, allá por e Siglo VI.



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25 de noviembre de 2014

Hermanos Álvarez Quintero - Vida y Obra



Serafín Alvarez Quintero ( Utrera 1871 - Madrid 1938 ) y Joaquín Alvarez Quintero ( Utrera 1873 - Madrid 1944 ), conocidos como los hermanos Alvarez Quintero, son unos dramaturgos andaluces, autores de obras que encarnan el costumbrismo popular basado en el sainete o la comedia. Hay que resaltar que toda su obra fue escrita al alimón, entre ambos, e incluso se da la curiosidad que, fallecido Serafín, su hermano Joaquín firmaba las obras con el nombre de los dos.

Comenzaron a escribir juntos pequeñas obras que tepresentaban en el patio de su casa y se trasladaron a Sevilla, donde ambos trabajaron en el Ministerio de Hacienda, mientras continuaban escribiendo y realizando colaboraciones para alguna revista. 

En 1888 vivieron su primer éxito en el teatro al representarse su obra Esgrima y amor en el teatro Cervantes de Sevilla. anteriormente ya habian sido representadas algunas de sus obras, como el ojito derecho o la reja.

A lo largo de su carrera llegaron a escribir unos 200 obras, destacando entre ellas El genio alegre (1906), Malvaloca (1912), La puebla de las mujeres (1912), Mariquilla Terremoto (1930), La sangre gorda (1909).

Sus obras resultaban sencillas de entender para el pueblo, utilizaban el habla del sur pero sin artificios ni exageraciones, con envidiable respeto. Sus detractores les acusaban de crear un teatro superficial, sin realizar una crítica social ni aprovechar el teatro para dejar asomar las carencias de la población. A pesar de ello su carrera fue exitosa, hijos predilectos de Sevilla y Utrera, adoptivos de Málaga y Zaragoza, ambos gozaron del honor de pertenecer a la Real Academía de la Lengua.

Su estilo es ágil con dialogos fluidos y muy animados, sus personajes están caracterizados de tipos populares y las situaciones son reflejo de de las costumbres del momento. El lenguaje es un castellano depurado pasado por el acento andaluz pero sin exageraciones o chabacaneria.

No aportan nada técnica ni estructuralmente al teatro, nunca pasaron más allá en su critica social que se detiene en el ternurismo. Sus comedias son burguesas que ofrecen un perfil amable de Andalucía, un perfil de buenismo. Cualquier atisbo de conflicto dramatico se solapa por la alegria de vivir y la felicidad final de los personajes.










LA SANGRE GORDA








GANAS DE REÑIR





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24 de noviembre de 2014

Hoy empieza la nostalgia - A. Burgos



Artículo de A. Burgos, todos empezamos a ver el final de lo esperado ese Viernes que nos anuncia que quedan horas para empezar a disfrutar, el Viernes de Dolores es el principio del final de la Semana Santa que tanto deseamos que llegue.

" Sevillanos: ungido por las palabras del pregonero, me atrevo hoy a poner el recuadro en una blanca pared recién blanqueada en una calle de barrio por la que van a pasar las cofradías; me atrevo a fijarlo en esa blanca pared con el engrudo táctil de las palabras y a escribir diciendo: apresuraos, vivid cada instante, oid cada flor, oled cada sonido, que hoy empieza la nostalgia; hoy empieza esa historia, que siempre es igual, pero que nunca es igual, que nunca es distinta y que siempre nos parece otra.

Ahora, sevillanos, sé lo que significan los largos capirotes que enfilan el cielo desde los balcones de la Alcaicería. La Alcaicería es la rampa de lanzamiento de la primavera de Sevilla, el Cabo Kennedy que nos colocara en la órbita universal de la cita con la historia. Si vais esta mañana a la Alcaicería, sobre un fondo de balcones abiertos que tienen radios con marchas de Semana Santa, oiréis la cuenta atrás de Sevilla. Los últimos segundos de la cuenta atrás. Porque hoy empezamos a tener nostalgia de lo soñado, melancolía de lo vivido...

Nunca más, hasta el año que viene, un Señor del barrio de la Magdalena será llevado, como esta noche, entre el silencio de los trajes oscuros. Nunca más, hasta el año que viene, una Virgen será llevada a un Valle de cera y terciopelo antiguo. Empieza, ay, a contar el tiempo. ¿Todo pasa y todo llega? ¿O todo llega porque nunca pasa en nuestra memoria, que tenemos a la ciudad detenida en los supremos instantes del gozo?.

Id mañana por la noche a saborear la nostalgia en la Catedral. Tomad la entrada del Miserere. Pero no os coloquéis en las filas del crucero. Despreciad las sillas y el concurso de las gentes. Sentaos en el Trascoro, en el umbral de una desierta y oscura capilla. Contemplad el gozo. Id oyendo los versículos de Eslava entre aquel bosque de columnas. Nunca podréis ver más bella la Catedral, en la soledad sonora del Trascoro, ya colgado de terciopelos y tafetanes, de plata y bizarrones.

Porque si queréis apresar el agua de Sevilla que se va de entre las manos, tenéis que saborear estas últimas horas sin nostalgia. El Domingo, en cuanto sintáis el gozo de ver el primer nazareno, al instante experimentaréis la tristeza de ya no poder ver más nunca, hasta el año que viene, el primer nazareno... El domingo en cuanto el blanco palio de la Paz esté ya por la glorieta de Covadonga, sentiréis la inmensa tristeza no de que la Semana Santa empiece, sino de que comienza a terminar... Todo será como un largo fin. Todo será como un reencuentro con el tiempo, Dios también creó el tiempo para que los sevillanos nos debatamos entre el dolor de lo que se va y el gozo de lo que viene.

Y lo que vosotros sentís, sevillanos, y no lo decís, lo dirá en voz alta una vieja. Estará el mismo domingo, por el Pumarejo, viendo a la Virgen de la Hiniesta. Apenas tendremos unas horas de pasos en la calle, cuando pase una Sonrisa entre azules, y esa vieja de la sillita baja, del moño y de los zarcillos negros, se santiguará y le dirá a la Virgen, como quien le habla a una vecina:

--Ea, hija, hasta el año que viene si me das salud para venir a verte.

Por eso, sevillanos, os insto con este bando de la nostalgia a que saboreéis la intensidad de estas horas de la víspera, que el camino de azahares es siempre mejor que la posada del cansancio del alma que tendremos el Viernes por la tarde, cuando el Cachorro camine otra vez sobre las aguas. Agotad el gozo de las vísperas, que siempre será mejor que la fiesta. Porque no sé vosotros, pero yo, que me ha ungido el pregonero de la nostalgia de toda una generación, comienzo a sentir una inmensa tristeza en cuantito que el domingo veo el primer nazareno. Alegre tristeza de los días de la nostalgia... "

Artículo original Hoy empieza la nostalgia (A. Burgos)



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23 de noviembre de 2014

Procesión de la espada de San Fernando - Sevilla







De nuevo otro 23 de noviembre, festividad de San Clemente, aniversario de la entrada en Sevilla  de Fernando III el Santo en 1248, Sevilla ha vuelto a celebrar la que quizás sea su más antigua tradición, en memoria de tan descatable hecho. Hay que hacer mención a que la conquista se realizó el día 22, fecha en la que el ejercito que guarnecía Sevilla se rindió a las tropas de Fernando, pero este decidió dar un plazo de 24 horas para que pudiese abandonar la ciudad cualquiera de sus habitantes, entrando triunfalmente el rey y sus tropas del día 23.

La procesión, fue instaurada en 1255 por Alfonso X, hijo de Fernando el Santo, así que no es descabellado pensar que, después de más de 700 años, esta se la tradición más antigua de la capital, habiendo sido reglamentada por Felipe II en el siglo XVI

El ritual del acto es simple, el Alcalde de la ciudad, cargo que en la antiguedad recibía el nombre de Asistente, recibe de manos del cabildo catedral, que la conserva en su tesoro, la espada que perteneció al Rey santo; para ello el Alcalde debe prometer al cabildo que devolverá la espada y el pendón real, que debe ser portado por el concejal más joven, en perfectas condiciones.

A continuación se realiza procesión claustral, anteriormente se realizaba por las gradas de la catedral, ahora solo en el interior. En esta procesión participan los caballeros y damas de la Orden de Caballeros de San Fernando, el Cabildo Catedralicio, el Cabildo Municipal bajo mazas y con escolta de la policía local en traje de gala. Un canónigo porta una reliquia de San Clemente, el Alcalde la espada del rey santo asida por al hoja y el capitular más joven el pendón fernandino.

Esta procesión finaliza a los pies del retablo mayor donde es celebrada una misa, trás a cual se reanuda la procesión con destino a la Capilla Real donde el Alcalde devuelve espada y pendón al Cabildo, finalizando con ello los actos.



Como complemento a las celebraciones del día es descubierta la urna que contiene los resto de Fernando III para que su cuerpo incorrupto pueda ser venerado, ( la urna es descubierta en 4 ocasiones, en este día; el día de la onomástica del Rey, 30 de mayo; el último día de la octava en honor a la Virgen de los Reyes; y en el aniversario del traslado de los restos reales a la Capilla Real ) recibiendo escolta por parte de miembros del ejercito.




































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